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Sabemos que enfriar nuestro mosto puede ser un largo proceso si no contamos con un equipo adecuado, por ejemplo, con un intercambiador de calor; además de ser un proceso que es fundamental realizar en corto tiempo para evitar la contaminación del mosto previo a la fermentación.
Tal vez sea costoso elaborar o comprar un intercambiador de calor o en muchos casos, no tenemos espacio suficiente para guardarlo. Por ésta razón, hablaremos de una alternativa bastante útil y funcional que nos permitirá enfriar el mosto en poco tiempo.
Se trata de elaborar “cubitos de hielo” gigantes y los podemos realizar de manera sencilla, así:
Al final tendremos envases llenos de hielo, que como dijimos, funcionarán como “cubitos de hielo gigantes.”
Cuando vayas a utilizarlos, justo después de retirarlos del congelador, lávalos y desinféctalos (procura no demorarte en éste proceso puesto que puede derretirse gran parte del hielo) Luego introduces los envases con hielo en el mosto y espera que la temperatura vaya disminuyendo.
Realiza cuántos envases necesites y de la capacidad que creas pertinente para la cantidad de cerveza que realizarás. Recuerda utilizar solo envases de plástico puesto que los envases de vidrio pueden reventar dentro del congelador. Recuerda que éste método de enfriado puede afectar el sabor de la cerveza si utilizas muchos envases.
¡Esperamos que éste post sea de tu interés y utilidad!
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¡Salud!
Sin duda alguna, uno de los pasos más extenuantes al hacer cerveza casera es retirar los residuos sólidos de los granos que quedan luego del proceso de macerado. Muchos optan por filtrar toda la cerveza y otros deciden sacar únicamente los granos mediante el uso de espátulas; ambos métodos son aceptables al momento de realizar nuestra cerveza. Sin embargo, existe una alternativa que nos permitirá realizar el paso del macerado y luego retirar todos los granos sin dejar residuos sólidos. Se trata de las bolsas de granos y lúpulo.
Este concepto no es otra cosa más que bolsas de té gigantes. Podemos hacer nuestras propias bolsas de lúpulo nosotros mismos. Solo necesitaremos una tela que permita filtrar, preferiblemente un polímero, es decir, que no sea lana ni algodón y que sea una tela porosa. Puedes probar con varias telas filtrando un poco de cebada con agua por ejemplo y adoptar la que te dé mejores resultados en cuánto a filtrado.
Al momento de seleccionar la tela, debes tener en cuenta que es preferible utilizar un polímero, que tenga poros grandes y que permita el paso del líquido, sin estancarse y que no permita el paso de granos o residuos sólidos.
Lo que haremos luego de seleccionar la tela, será extenderla y en la mitad de ella colocaremos los granos que utilizaremos para nuestra cerveza. Posteriormente amarramos los extremos de la tela y tendremos una bolsa de granos.
Para utilizarla, debemos sumergirla en el agua caliente en nuestra olla de macerado y mezclar constantemente. Una vez pasado el tiempo del macerado podemos retirarla y dejarla escurriendo durante unos minutos. Nunca debemos presionarla o dejarla prolongado tiempo escurriendo, esto puede liberar azúcares pesados que rebajarán la calidad de nuestra cerveza.
Este método puede utilizarse también para el lúpulo y permite realizar cerveza en lugares pequeños donde no tenemos mucho espacio para filtrar o retirar granos. Sin embargo, éste método puede no ser muy adecuando para ocasiones en que utilizaremos varios tipos de malta y la agregaremos en diferentes momentos del macerado.
Esperamos que este post te sea de utilidad.
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¡Salud!
Sin duda alguna cuando se trata de cerveza casera y artesanal uno de los principales inconvenientes son los residuos de levadura en el fondo de los envases luego del embotellado. Al momento de analizar su color o al momento de servirla, estos residuos de levadura pueden distorsionar la apariencia de nuestra cerveza, además de afectar su aroma y sabor con notas rancias.
Es entonces cuando nos damos cuenta que debemos eliminar estos residuos hasta lo más que pueda ser posible con un equipo básico para cervecería casera. Te daremos entonces algunos consejos para reducir a la más mínima expresión los sedimentos al interior de las botellas que contienen tu cerveza.
Hay que tener en cuenta que las levaduras no son otra cosa más que hongos microscópicos que se reproducen exponencialmente y a gran velocidad. Una vez terminada la fermentación de la cerveza, gran parte de la levadura, por su propio peso tiende a asentarse en el fondo del fermentador; sin embargo en la cerveza queda suspendida una grande porción de células vivas de levadura las cuales realizarán posteriormente la fermentación dentro de la botella que dará paso a la carbonatación.
A continuación te daremos algunos tips para reducir el sedimento de levadura en las botellas y clarificar tu cerveza:
Es necesario tener especial cuidado al momento del embotellado para no transferir una alta cantidad de sedimento desde el fermentador a las botellas. Lo más recomendable será utilizar el método sifón con una manguera tipo alimenticio y comenzar a vaciar el fermentador desde la parte superior e ir bajando lentamente la entrada de la manguera deteniéndose a unos tres o cuatro centímetros del sedimento asentado en el fondo.
Lo primero será dejar el fermentador con la cerveza en reposo una vez terminada la fermentación al menos durante un día y a una temperatura no mayor a 25°C en el mismo lugar donde realizarás el proceso de embotellado, además del uso de uno o más métodos como los siguientes:
El Irish Moss es un tipo de musgo originario de Irlanda que puede clarificar tu cerveza de forma muy efectiva y natural. Se utiliza de la siguiente manera: En agua potable se disuelve el polvo de irish moss hasta que quede una mezcla homogénea, sin grumos. Faltando 10 minutos para la finalización del hervido o cocción se agrega ésta mezcla. Suele utilizarse alrededor de 20 gramos por cada 25 litros de cerveza.
El Whirfloc se presenta en forma de tabletas de 2,5 gramos. Proviene del Carragenano que es un alga marina de color rojizo. Este es utilizado por grandes cervecerías alrededor del mundo debido a su eficacia al momento de coagular células de levadura, las cuales al encontrarse unidas, aumentan su peso y se precipitan al fondo del fermentador. Una sola tableta de Whirfloc rinde hasta para 30 litros.
Cuando vamos a carbonatar nuestra cerveza, por lo general utilizamos azúcar, la levadura al alimentarse de ella genera el CO2 que quedará disuelto a presión entre la cerveza. Este proceso implica aún más reproducción de células de levadura, por lo que se produce una mayor cantidad de sedimento. Una alternativa que se viene utilizando es el uso de hielo seco (dióxido de carbono). Éste se agrega a cada botella con la cerveza ya en ella y debe ser sellada de inmediato. Una cantidad elevada de hielo seco hará reventar los envases por presión, por esta razón no es un método muy recomendable.
Otro método de clarificación de la cerveza es el uso de gelatina sin sabor. De ésta gelatina se disuelven 8 gramos en 300 mililitros de agua caliente (sin hervir) y luego se deja enfriar hasta la misma temperatura a la que se encuentra la cerveza verde. Luego de trasvasar la cerveza al recipiente en el cual se dará la clarificación se añade la mezcla de agua con la gelatina y se deja actuar durante 72 horas. Durante éste tiempo se solidifican los sedimentos y levaduras precipitándose al fondo del recipiente clarificador. Previo a éste paso, la cerveza debió ser transferida con la menor cantidad de sedimento desde el fermentador.
Esperamos que éste post te sea de ayuda para el mejoramiento de tu cerveza.
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¡Salud!
Academia Cervecera 